El cambio climático ha generado una oportunidad de inversión histórica en Europa, impulsada por una mayor concienciación social, política y económica y regulaciones que apoyan las posibles soluciones. El compromiso de alcanzar el nivel Net Zero para 2050 requerirá más de 3.000 millones de euros anuales en inversiones para la descarbonización, una cantidad muy baja comparada con el coste de no actuar.

Las empresas que desarrollan tecnologías innovadoras y modelos de negocio para abordar la descarbonización de activos reales disfrutarán de atractivos retornos mientras tienen un impacto positivo en el cambio climático. Las revoluciones en energía, movilidad y digitalización están introduciendo nuevas dinámicas en la inversión en infraestructura y creando importantes oportunidades de inversión en todo el mundo.

Solo en energía renovable, la inversión superará los 4 billones de euros en los próximos 10 años. Las capacidades técnicas y de estructuración, la conectividad local, la comprensión de las dinámicas del mercado y la regulación serán factores clave para lograr retornos superiores en una clase de activos muy atractivos.

Al mismo tiempo, las transformaciones económicas y sociales, como la descarbonización, el crecimiento de las ciudades o el consumo de datos, están abriendo oportunidades interesantes para invertir en activos de energía renovable alternativa, almacenamiento de baterías, hidrógeno, movilidad eléctrica o centros de datos.